"Algo que me gusta tanto como escribir, por momentos se me hace tan fácil como respirar y en otros lo siento tan complicado como resolver un problema de química cuántica. La inspiración es complicada. Mi cabeza es complicada. Muchas de las veces que estoy convencida de la fluidez de mis palabras termina siendo una cagada lo que escribo y cuando me relajo, sin alguna explicación coherente, me salen las cosas. Se supone que cuando te gusta hacer algo, no te cuesta hacerlo. Hay días que tengo tantas ganas de sacarme la mierda de la cabeza y dejarla escrita en algún lado, a modo de.. "alivio" por así decirlo. Y no me sale nada, como si me cerrara en mí".
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