27.2.10

Confusión e insomnio

Mis lágrimas ya se tornan de un color más negro que transparente. Rimmel tan amado y tan odiado por las mujeres. Después de este tiempo sin vos, siento que te necesito como nunca necesité a un ser humano, sin embargo considero la posibilidad de verte como algo incorrecto, como una atrocidad, como una masacre de mis sentimientos. Aunque se supone que dos veces no se muere de lo mismo, ya me desangré una vez por perderte, no puedo perderte de nuevo. No se pierde lo que no se posee, sería ridículo pensar a esta altura que alguna vez te tuve.
Mi sistema respiratorio no tiene paz, nicotina de mierda. Siento en el corazón a dios, siento en los pulmones al diablo. Menos mal que recargue el "spray", perfume de Gimos que presenció tantas charlas, tantas anécdotas, propias de nosotros, de mis amigos, de mi gente. Creo que ya sin mis amigas, hoy yo no sería nada. Les debo una vida hermosas.
Siendo tan pendeja como soy, al día de hoy me siento una persona tan ajena a lo que fui, como si me cambiaran cada tanto. Dicen que de los errores se aprende, mentira, aprendes si queres. Yo no aprendí nada. Pero tampoco me arrepiento de lo que hice, jamás me arrepentí y nunca más lo haré. No te arrepientas de nada y no pidas perdón.
Después de pasar por todo lo que pasé, llego a la conclusión de que las personas que olvidan, (mejor dicho, tratan de olvidar) son impunes con ellos mismos, con sus pensamientos, con sus propias vidas, y que olvidar es un verbo tan abstracto, tan irreal, porque nunca se olvida lo que uno paso, jamás.